La ordeña de diésel por parte de los operadores es el inicio de una cadena de robo y no tolerar esta práctica ha sido una de las principales acciones que llevó a Transportes Monroy Schiavon (TMS) a tener un índice de seguridad de 99.99%, afirmó su director general, Raúl Monroy Reus.
Durante su participación en el panel, “Seguridad y control del autotransporte 4.0” organizado por el Consejo Nacional de Ejecutivos en Logística y Cadena de Suministro (ConaLog), el líder de TMS sostuvo que la empresa obtuvo un nivel de seguridad alto al no consentir el robo de diésel de sus unidades.
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Por la cantidad de ‘huachicoleras’ que vemos en las carreteras, el robo de combustible en el autotransporte, en la mayoría de los casos, es una práctica común. En TMS, no”.
El no consentir el robo de combustible de nuestros operadores ha sido uno de los grandes avances y nos ha dado como resultado un nivel de seguridad alto, porque ese es el inicio de la cadena de robo”.
Raúl Monroy, director general de TMS.
Durante el panel, en que también participaron expertos de Alsea, Transmodal y Maersk, el empresario explicó que donde le pagan el diésel al operador, ahí mismo le quitan el dinero con la venta de drogas y otras cosas; al final gasta más de lo que recibe y ahí inicia una cadena de robos, primero con las baterías, las llantas y después el camión completo.
TMS logra un entorno sano para sus operadores
El Director General de TMS expresó que el primer paso que dio la empresa transportista en seguridad patrimonial fue establecer estrictos procesos de reclutamiento, con avanzadas pruebas de confianza y herramientas que mejoran de forma constante, para generar un entorno sano para los operadores.
Cortar con malas prácticas generó un ambiente de honestidad dentro de TMS, el cual han reforzado y ahora les permite tener un alto enfoque en la formación de nuevos operadores. Monroy Reus detalló que el año pasado capacitaron a 300, desde cero, de los cuales 70 fueron mujeres.
La honestidad está acompañada de la salud física y mental de sus operadoras y operadores: “¿Creen que alguien enfermo, alguien cansado, agotado va a cumplir con las normas y un protocolo de seguridad?”, cuestionó.
Uno de los proyectos más importantes de TMS es mejorar la salud de los operadores, con mejores horarios, hacer que duerman; con cosas tan simples, pero que son complejas”.
Raúl Monroy, director general de TMS.
Ante esta complejidad, refirió que las empresas transportistas deben influir en los clientes para que adopten buenas prácticas, como eliminar horarios de operación de alto riesgo, que incidirán de forma directa en la salud y bienestar de los conductores.
Estamos en un punto crítico, por eso la prevención es el punto clave para atender los altos índices de seguridad o para mejorar las cosas. Hay que elaborar protocolos de reacción, si no lo reaccionamos en 10 minutos ya ni le busques”.
Raúl Monroy, director general de TMS.
Invitó a los asistentes a involucrarse en la salud, horarios de descanso de los operadores, en cuidar que no caigan en adicciones y también a conocer las rutas, los paradores y a los responsables de esos paradores.
El líder de TMS también consideró provechoso crear una red con las cámaras, asociaciones y consejos como ConaLog, para recibir e intercambiar ideas a favor de la operación de sus empresas.
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