Si bien el concepto de última milla se refiere al reparto urbano o interurbano, en la práctica pareciera que se habla solamente de las grandes ciudades, de tal manera que cuando se habla de un transporte sostenible en este segmento es imprescindible considerar todo el territorio nacional. 

Bajo esta premisa, el segundo día de actividades de Latam Mobility 2024 dispuso un panel para conocer puntos de vista y estrategias de dos importantes empresas de última milla en México, así como de proveedores y especialistas.

Mercado Libre y Estafeta, por un lado, Yutong y Huawei por el otro. Directivos de las cuatro empresas coincidieron en los retos que enfrentan para tener una cobertura nacional, así como en las condiciones que se necesitan para consolidar el transporte sostenible en la última milla. 

  1. Infraestructura

Sin duda el reto más visible, ya que se refiere tanto a los vehículos eléctricos como a las estaciones de carga, razón por la que apuntaron que la Ciudad de México, Guadalajara y Monterrey, por ejemplo, llevan un importante camino recorrido. 

Pero no pasa lo mismo en otras ciudades, razón por la que hay que construir las condiciones necesarias para la electromovilidad en todas las urbes. 

  1. Tecnología

Temas como la telemática, la data y, por supuesto, la inteligencia artificial han permitido que algunas empresas obtengan mucha más información tanto de la operación como de los hábitos de conducción. 

Sin embargo, la tecnología avanza mucho más rápido que la infraestructura, además de que no todas las empresas de última milla cuentan con el mismo desarrollo. 

  1. Cultura y capacitación

Todavía existe un rezago importante respecto a empresas que consideran que el transporte sostenible representa un gasto, es decir, reduce la utilidad, pero esto, a largo plazo, no es así. Todo lo contrario. 

Si bien un vehículo eléctrico requiere una mayor inversión, además de la infraestructura para recarga, cuando se compara con el consumo de combustibles fósiles y mantenimiento, la ecuación es favorable, además, claro, de que ser una empresa socialmente responsable también es algo muy bueno para el negocio. 

  1. Marco legal

En otros países, la construcción de un transporte sostenible ha sido provocado por las normas y leyes que los rigen, de tal manera que van de la mano: la “obligación” y la necesidad de una sociedad que busca descarbonizar al transporte. 

  1. Incentivos verdes (políticas públicas)

Aunado al punto anterior, los gobiernos también deben ofrecer estímulos y crear facilidades para este cambio, ya que por sí solo se dará mucho más lento, además de que también se corre el riesgo de crear una brecha muy grande. 

Relaciones con usuarios, proveedores, financiamientos son sin duda otro gran reto para este propósito. 

  1. Integración

El sexto punto se refiere a que todo lo anterior ya existe, sin embargo, el reto está en integrar los datos, la infraestructura, el marco legal, las políticas públicas y la capacitación para incorporarlos dentro de una estructura que permita definir una estrategia integral de transporte sostenible en la última milla. 

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