Prohibir los fulles no contribuye a la seguridad vial e impactará con mayores costos del autotransporte de carga, insisten transportistas y grupos de la organización civil.
Luego de que la prohibición de los vehículos con doble articulación o fulles estuvo a nada de ser votada en el Pleno de la Cámara de Diputados, han aumentado las voces que se pronuncian en contra de la iniciativa propuesta por la legisladora priista Lorena Piñón Rivera.
En un desplegado publicado en medios impresos, la Cámara Nacional del Autotransporte de Carga (Canacar) estimó que prohibir la circulación de los fulles incrementará en 30% adicional el costo del autotransporte.
La iniciativa va en contra de las medidas para contener la inflación. Con la sustitución del doble remolque por unidades sencillas, estimamos que impactará en un 30% más el costo del transporte”.
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Recordó que los fulles atienden segmentos relevantes para la economía como el de los hidrocarburos, alimentos, minerales, petroquímicos, granos, la industria automotriz; además del movimiento de los puertos marítimos.
Otra problemática que se vería agravada con la prohibición de la configuración es el déficit de operadores, actualmente estimado en 54,000, y que se incrementaría en 100%, añadió la Cámara liderada por Ramón Medrano.
Los transportistas enfrentarían costos adicionales en la ‘reconversión’ de sus unidades de fulles a remolque sencillo, cuyo monto total se prevé equivale al 1% del Producto Interno Bruto (PIB) del país.
En cuanto a la seguridad vial, foco principal de la iniciativa que adiciona el Artículo 51 BIS y se reforma el Artículo 61 de la Ley de Caminos, Puentes y Autotransporte Federal, los transportistas reiteran que la prohibición agravará la situación.
De aprobarse la iniciativa, lejos de mejorar la seguridad vial, se comprometería aún, más ya que se “reduciría el 5.2% de los accidentes” y no se presentarían 2.7% de las víctimas ocasionadas por esta configuración.
Sin embargo, añade, hay que tomar en cuenta que se incrementaría el parque vehicular en circulación, elevándose el riesgo de accidentes y afectando también, en consecuencia, al medio ambiente.
En este mismo contexto, las organizaciones no gubernamentales Alianza Nacional por la Seguridad Vial (ANASEVI), Movilidad y Desarrollo México (MDM), México Previene y Los Rescatadores sostuvieron que prohibir los fulles es aumentar la flota vehicular de otras configuraciones.
El aumento de tractocamiones aumenta emisiones de efecto invernadero, peso por unidad y tráfico. Además, el incremento de operadores y tractocamiones aumenta riesgos y reduce la relación de costo-efectividad del viaje.
Así, ante el argumento de prohibir los fulles para incrementar la seguridad vial, las ONGs añaden que ésta se construye con estrategias basadas en evidencias y establecidas sobre objetivos de reducción de pérdidas de vidas que sean medibles y alcanzables.
Las mejores prácticas documentadas permiten construir iniciativas que mejoren el sistema de movilidad para reducir los riesgos y salvar vidas”.
Los especialistas recomiendan a los legisladores y autoridades correspondientes establecer los mecanismos necesarios para hacer cumplir los preceptos en la NOM-012-SCT-2-2017 y establecer las mejoras que deberán incorporarse en la siguiente revisión de 2023.
Sugiere también apresurar la incorporación de los últimos comentarios pendientes para la publicación de la NOM-198- SCFI-2017 e impulsar la rigurosidad de la NOM de seguridad vehicular de pesados, ahora en proceso.
La expectativa es que Diputados de las distintas bancadas llamen a un diálogo abierto, en el que participen todas las partes, para definir con argumentos sólidos la prohibición o no de los fulles en las carreteras del país.
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