Si bien durante el último año y medio, las empresas transportistas a nivel global enfrentaron las disrupciones en la cadena de suministro, especialmente en las modalidades marítimas y aéreas, el arranque del 2023 es la oportunidad de poner a prueba los aprendizajes y optimizar sus estrategias. Por ello, Mike Short, Presidente de Envío Global de C.H. Robinson, comparte las mejores prácticas para lograr este propósito de año nuevo.
El especialista reconoce que, tras el impacto de la pandemia, las compañías de repente se encontraron luchando por un espacio para sus envíos tanto en el agua como en el aire.
Ahora, dependiendo de la región, los transportistas enfrentan otros desafíos nuevos y continuos, como la congestión, los cambios geopolíticos, los almacenes desbordados, los retrasos en los puertos, los viajes en vacío y más elementos que han vuelto cada vez más compleja la cadena de suministro.
¿Cómo abordar estos desafíos? Short parte de que las empresas deben ser conscientes que no todas las rutas y mercados son iguales a nivel global.
Para el directivo de C.H. Robinson, si bien la demanda de capacidad ha disminuido en la mayoría de las rutas comerciales mundiales en los últimos meses, ese no es el caso para todos los mercados y algunas regiones, como Asia, la disponibilidad y las tarifas son muy diferentes.
Mike Short destaca que este aspecto es clave para la planificación toda vez que una estrategia de cadena de suministro global saludable se diversifica entre modalidades y rutas, con una combinación de precios y considerando las condiciones únicas para cada región.
“Incluso con más capacidad abierta en muchas rutas comerciales, continúe esforzándose por lograr un tiempo de entrega de cuatro a seis semanas para el transporte marítimo y notifique lo antes posible para el transporte aéreo. Cero congestión en un área de la cadena de suministro no significa que no la enfrentará en otra”, comparte el especialista de C.H. Robinson.
Como segundo aspecto destaca la reducción de costos como una prioridad absoluta. Y es que según una encuesta de 2022 de grandes transportistas, el 62% dijo que la presión para reducir los costos de la cadena de suministro es un punto crítico importante, y la propia C.H. Robinson no ve que eso cambie en 2023.
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El experto señala que hay una variedad de estrategias a considerar, éstas incluyen la consolidación de carga para obtener mejores tarifas y seguridad de carga; implementar nuevas herramientas tecnológicas, la utilización de la gestión de órdenes de compra y el aprovechamiento de los informes de inteligencia comercial, por mencionar algunas.
Por último, menciona, se debe prestar atención a los indicadores económicos. Aunque los últimos dos años parecían un torbellino, es hora de volver a concentrarse en la previsión.
Administrar el inventario en función de los indicadores económicos y ubicarlos más cerca del usuario final será primordial, especialmente en un entorno logístico cada vez más complejo: “Si no está seguro de por dónde empezar, la tecnología y los datos correctos pueden ayudarlo a identificar los impactos económicos, las proporciones de inventario a ventas y más”, precisa el directivo de C.H. Robinson.
Mike Short concluye que si bien existen excelentes estrategias de cadena de suministro disponibles, no existe una respuesta única debido a la propia naturaleza de cada empresa, la recomendación final es reunirse con su socio logístico para identificar las estrategias y oportunidades correctas en función de sus objetivos comerciales.
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