Bendix Commercial Vehicle Systems comenzó la construcción de una planta de producción en Ciudad Acuña, Coahuila, que contará con lo más avanzado en tecnología y fabricará los nuevos sistemas globales modulares de control de frenado y de tratamiento de aire Global Scalable Brake Control (GSBC) y Global Scalable Air Treatment (GSAT).
En un comunicado, la compañía informó que este nuevo complejo se suma a otras tres sedes de manufactura de última generación y a un centro logístico en el campus Acuña.
El campus, que abrió sus puertas en 1987, fabrica, remanufactura y ensambla una gran variedad de productos, incluyendo sistemas antibloqueo de frenos (ABS), secadores de aire, compresoras, válvulas, accionadores y módulos vehiculares integrados.
De acuerdo con estimaciones de Bendix, la primera parte del proyecto estará lista en noviembre de 2023. Las nuevas líneas comenzarán producción de manera paulatina y durante el curso de varios años a partir del próximo año.
La nueva planta que tiene una superficie de 185,000 pies cuadrados (17,188 metros cuadrados) se suma a los 412,000 pies cuadrados (38,276 metros cuadrados) existentes y en operación en Acuña.
Bendix contratará aproximadamente a 200 nuevos colaboradores para su nueva instalación, lo que hará que la plantilla laboral de la empresa en en esa zona llegue a 2,000 personas.
«Durante más de 30 años, Bendix Acuña ha alcanzado una serie de hitos, incluyendo iniciativas de crecimiento y expansión de sus capacidades de producción con tecnología de punta, con estándares sobresalientes en seguridad y calidad», dijo Nestor Piuma, Vicepresidente de Operaciones de la compañía.
Nuevos sistemas
GSBC y GSAT son los nuevos sistemas globales modulares de control de frenado y de tratamiento de aire, diseñados para adaptarse a las necesidades del cliente en diversos mercados.
La sólida integración de tecnologías base y avanzadas dan paso a opciones de instalación más flexibles, facilitando la capacidad de adaptación según distintos requisitos y necesidades de plataformas vehiculares. Asimismo, los diagnósticos y las capacidades avanzadas de GSBC y GSAT dan paso al manejo automatizado.
«En la manufactura de productos GSBC y GSAT, aprovecharemos la estabilidad, el conocimiento, las habilidades y los sólidos registros de calidad y seguridad que hemos cultivado», dijo Jacqueline Pérez, Directora de Operaciones en Bendix México.
«Asimismo, Acuña fabrica todas las válvulas y los secadores de aire de Bendix en la actualidad, lo que nos da la plataforma para fabricar GSBC y GSAT, que es la siguiente generación de dichos productos. La nueva planta, con el apoyo de la robótica y de operadores con habilidades técnicas avanzadas, tendrá tanto el espacio como la capacidad para hacerlo posible».
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Tecnología de punta
Acuña es uno de los sitios de manufactura Bendix de más rápido crecimiento. Los ejecutivos de Knorr-Bremse, la compañía matriz de Bendix ubicada en Múnich, Alemania, la consideran una planta de manufactura modelo.
Las inversiones anteriores y actuales realizadas por el fabricante en Acuña, que ascienden a millones de dólares, son para mejoras generales de las instalaciones y expansiones estratégicas destinadas a ampliar las líneas de productos y hacer que la planta de producción sea aún más eficiente, con tecnología de punta, a prueba de defectos y segura.
Para las nuevas instalaciones se ha tomado como base un diseño global creado por Knorr-Bremse, para construir las líneas altamente automatizadas. Bendix las está instalando en un espacio con estrictos controles ambientales y en pisos antiestática de diseño especial.
El nuevo centro ayudará a mejorar la productividad, incrementar la precisión, asegurar un continuo grado de calidad, y acercar al campus Acuña las operaciones de manufactura más avanzadas de toda la red global Knorr-Bremse.
Además de la tecnología en manufactura, Bendix también aplicará medidas de sustentabilidad para reducir el consumo de energía e incrementar el ahorro. Espera reducir el consumo de energía del campus en aproximadamente 1.9 millones de kilovatios hora (kWh) de electricidad al año, lo que se traduce en una reducción estimada de 775 toneladas en emisiones de CO2.
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