Uno de los principales motivos por los que una empresa no invierte en capacitación de su personal es el riesgo o temor de que éstos se vayan a conseguir mejor oportunidades, y se lleven consigo el conocimiento y la destreza obtenidos en este proceso de actualización. 

Sin embargo, para muchos otros puede representar la peor decisión, ya que una de las principales disyuntitas en esta materia es ¿capacitar aunque se vayan o no hacerlo y que se queden? Además, claro, de que la propia Constitución lo marca como una obligación de las empresas y un derecho de los trabajadores. 

Al respecto, Betzabé López, asesora de Servicio Marve Chiapas de Hino México, destacó la importancia de la capacitación como un valor primordial para atender al público, pues no sólo se trata de invertir en el personal, sino de hacerlo para elevar los niveles de atención que reciben los usuarios. 

“Para Hino, el cliente es lo más importante, y es por eso que se invierte tanto en capacitación, pues para que los usuarios estén satisfechos, se requiere de personas que sepan hacer su trabajo de la mejor forma posible, y es aquí en donde se cierra un círculo virtuoso”, señaló. 

Por si fuera poco, agregó, en esta industria nunca falta quienes aprovechen la capacitación de otros para atraer talento, sin embargo, las personas también desarrollan “amor por la camiseta” y no tan fácilmente cambian de empleo, pues conscientes y agradeidos de las oportunidades ofreciddas por el empleador que los capacitó. 

Por otro lado, Mario Nájera, asesor de Ventas de Kyoto Motors de Hino, destacó los esfuerzos y la inversión de la compañía japonesa para que sus colaboradores, en todas las posiciones, reciban la capacitación oportuna y constante. 

“Sólo así podemos entender los altos estándares de calidad de una empresa, y sin importar que algún colaborador capacitado tenga otras oportunidades laborales, lo importante es que mientras estén aquí, tengan el mejor conocimiento y las mejores actualizaciones del mercado”, agregó. 

En ambos casos, los entrevistados coincidieron en que la capacitación que reciben también les hace sentirse parte de una familia que los quiere, los cuida y se preocupa por ellos, además de que sí se ve reflejado en sus trabajos y, por supuesto, en sus vidas. 

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Por último, también afirmaron que la capacitación, sí o sí, es prueba inequívoca de que la empresa quiere que ellos den un mejor servicio, y la capacitación es y será la mejor manera para lograrlo.

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