Una operación óptima de flotas de transporte requiere contar con vehículos sin problemas mecánicos, pues en caso contrario aumenta la probabilidad de tener un accidente, así como sufrir demoras generadas por unidades ineficientes.
Un vehículo pesado sin el mantenimiento adecuado puede ser peligroso para los conductores; sin embargo, esta situación es prevenible con las rutinas de inspección, que garantizan la seguridad de los operadores y de la gente en el camino.
Por lo anterior, International comparte algunos puntos imprescindibles en la rutina de inspección de vehículos pesados, comenzando por los indicadores del tablero o panel de control, aquí es importante conocer todos los símbolos y alertas del tablero.
Los limpiaparabrisas y el claxon se tienen que revisar antes de cada salida; en el caso de los limpiaparabrisas se debe revisar que funcionan correctamente tirando un poco de agua y revisando que limpien adecuadamente; por su parte, se debe verificar la intensidad del claxon del vehículo.
No menos importante es la limpieza de la cabina, pues se trata del espacio de trabajo de los conductores; ahí mismo debe revisarse la calefacción o aire acondicionado, pues puede generar humedad por el agua acumulada que se condensa dentro del sistema, causando la acumulación de bacterias dentro del aire y sus componentes.
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Espejos, volante y frenos
Otro elemento a considerar en la revisión de vehículos pesados son los espejos, cuyo borde interior debe permitir visualizar las esquinas traseras del camión, de modo que también sea visible el horizonte.
Del volante hay que verificar que no esté demasiado duro y que no haga ruido al girarlo; mientras que en el clutch hay que comprobar el funcionamiento del freno del embrague.
Aspecto de gran importancia son los frenos, en ellos hay que probar el rendimiento de la parada, el sistema de aire y el líquido de frenos; asimismo, el vehículo debe contar con el equipo de seguridad completo, como extintor, botiquín, chaleco reflejante, etc.
Complementando los frenos, todo el sistema de frenado debe revisarse: tambores o discos, mangueras, revestimiento, empaquetaduras y resortes. Todas estas partes deben estar sin grietas, fugas, golpes, cortes o desgaste excesivo.
Además, en el caso de los cinturones se deben inspeccionar los retractores, las hebillas y los ajustadores de altura; otro factor a revisar es la radio, que esté apagado durante la fase de arranque del motor, que esté limpio y que no hayan cables que obstruyan la movilidad.
En la suspensión todo debe estar bien apretado; de lo contrario, las llantas se desgastan de manera incorrecta, los resortes se rompen y el consumo de combustible sufre.
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Aceites y otros líquidos
La revisión del aceite de motor es imprescindible, se tiene que verificar que el nivel de aceite sea óptimo y que esté en buenas condiciones. Por otra parte, el anticongelante se debe revisar cada vez que salen a la carretera y nunca se debe dejar que llegue al nivel mínimo.
Goteo de aceite, grasa, refrigerante o combustible. Verificar que no hayan rastros de goteo o manchas indicativas de una fuga en el vehículo, ya que pueden haber daños en el motor o existe el riesgo de gastar más recursos de los que se deberían, y con ello se contamina más.
International también recomienda revisar la bomba de gasolina en los vehículos pesados. La contaminación y los desechos son la causa número uno de fallas en este sistema.
Por otra parte, la verificación de las líneas de aire es importante porque sirve para que no hayan sellos o empaquetaduras dañadas que permitan la filtración de agua, aceite o escapes de aire que dificulten la presión y perjudiquen a los frenos.
En el caso de la batería se debe revisar periódicamente los niveles de voltaje y procurar no usar dispositivos que consuman energía mientras el vehículo está apagado.
Llantas
Las llantas son una de las partes que más contribuyen al costo de operación de un vehículo, por ello, deben estar en las mejores condiciones; se debe garantizar el balanceo ajustando la suspensión, la dirección y los neumáticos del vehículo.
Asimismo, hay que revisar el nivel de presión del aire de las llantas, que no estén bajas ni sobre-infladas, que no estén desgastadas o mal alineadas. Y que no haya nada suelto o flojo.
Otro elemento a revisar es la transmisión; hay que inspeccionar en busca de fugas u olores raros que puedan generar molestias posteriores. Por su parte, en el escape hay que hacer una verificación visual de que nada está obstruyéndolo.
La quinta rueda no debe presentar fisuras, fracturas, deformaciones, golpes ni pandeos que impidan utilizarla en caso de una emergencia; mientras que la cabina, puertas y ventanas deben abrir fácilmente y cerrar igual.
Por último, las luces y reflectores se deben verificar en modo estacionamiento, no debe haber ninguna bombilla fundida.
Es sugerible que los vehículos pesados mantengan revisiones constantes sobre su estado general: marca, modelo, edad, kilometraje, tamaño, peso, historial, accidentes reportados, último mantenimiento programado y próximo mantenimiento programado.
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