A través de la Agencia de Protección Ambiental de Estados Unidos (EPA, por sus siglas en inglés), el Gobierno de Joseph Biden alista una consulta pública que será la base del programa Estándar de Combustible Renovable (RFS, por sus siglas en inglés), con el objetivo es conocer la opinión de las partes interesadas sobre los volúmenes requeridos de biocombustible para los próximos uno a tres años.

El RFS es una iniciativa impulsada por la actual administración estadounidense para promover las prioridades de seguridad energética, menos contaminación y protección del consumidor. 

“El programa Estándar de Combustible Renovable es fundamental para ayudar a incorporar más biocombustibles de producción propia en el mercado”, dijo Michael S. Regan, titular de la EPA. 

Agregó que con este proyecto, la agencia busca brindar a los consumidores más opciones mientras diversifica la combinación energética de Estados Unidos (EU): “La EPA también se enfoca en fortalecer la economía de nuestra infraestructura energética crítica, necesaria para mantener y aumentar nuestra seguridad energética. Estamos ansiosos por continuar el diálogo sobre cómo el biocombustible pueden reforzar la seguridad energética de EU, proteger a los consumidores de los altos costos del combustible, fortalecer la economía rural y ayudar a reducir las emisiones de gases de efecto invernadero”, señaló. 

Esta propuesta incluye un crecimiento constante de biocombustibles para su uso en el suministro en EU para 2023, 2024 y 2025. 

La EPA busca equilibrar adecuadamente los factores que influyen en la disponibilidad y demanda para que el programa funcione para los cultivadores y productores de combustibles renovables, las refinerías, sus trabajadores sindicalizados y los consumidores de combustible. 

También comentarios sobre cómo esta regla puede interactuar con la viabilidad continua de los activos de refinación de petróleo nacionales, incluidas las refinerías comerciales, como la mejor manera de apoyar los combustibles novedosos como los combustibles sostenibles e hidrógeno limpio.

La EPA también propone nuevas reglamentaciones que rigen la generación de electricidad renovable calificada a partir de biomasa renovable que se utiliza como combustible en vehículos eléctricos. 

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Esta regla aumentaría la seguridad energética de EU al reducir las importaciones de petróleo en aproximadamente 160,000 a 180,000 barriles de petróleo por año durante el período de tiempo de la propuesta, de 2023 a 2025. 

Los combustibles contemplados en esta propuesta incluyen: biocombustible celulósico y avanzado, combustible renovable y diésel a base de biomasa, éste último, de acuerdo con análisis del Fuels Institute, se perfila como un candidato de combustible alternativo para el transporte en EU, pues su participación en el mercado de diésel aumentó del 0.5% en volumen en 2010 al 5% en 2018, con estimaciones de alcanzar el 10% para este 2022; además, concluyó que su aceptación se puede atribuir a su amplia compatibilidad con la infraestructura de combustible disponible en el país y sus atributos ambientales positivos. 

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