Lamentablemente, los delincuentes están haciendo pedazos a nuestros camiones para venderlos en partes”, afirma Miguel Robles, transportista que ofrece sus servicios en zonas del Centro y Bajío de México. La delincuencia también golpea la recuperación de vehículos pesados robados.

El año pasado fueron robados 9,238 vehículos pesados asegurados, de los cuales, las empresas recuperaron 5,204 unidades o el 56% del total, refieren datos de la Asociación Mexicana de Instituciones de Seguros (AMIS).

Te puede interesar: Robo a transportistas, ¿cuáles estados son los más peligrosos para los operadores?

Es decir, en México 56 de cada 100 equipos del autotransporte hurtados vuelven a sus dueños, al resto prácticamente se los traga la tierra. 

Los datos de la AMIS revelan que el robo de vehículos pesados que cuentan con una póliza incrementó 13.1% en 2023, respecto al año previo. 

Los transportistas no solo están preocupados por el alza del delito, sino también por el recrudecimiento de la violencia contra los operadores y la baja recuperación de sus unidades.

En 2020, las empresas afiliadas a la AMIS lograron recuperar 70% de los equipos pesados robados, nivel que inició su descenso en 2021 y que se estabilizó en los últimos dos años.

El mercado negro de partes 

Norma Alicia Rosas, directora general de la AMIS, expuso que el sector asegurador ha detectado que los vehículos pesados son robados para su desmantelamiento, ya que el equipo de carga cada vez tiene mayor valor en el mercado. 

La recuperación va a la baja. Hemos detectado que en el robo de autotransporte, en muchos casos son desmantelados, para abastecer mercados de refacciones de procedencia ilícita.

Además, los camiones cada vez tienen mayor valor comercial, tiene más tecnología, más aditamentos –como de refrigeración– y tecnología de seguridad”. 

Norma Alicia Rosas, directora general de la AMIS.

Desabasto en mercado de vehículos pesados e impunidad, el abono perfecto para la delincuencia

La ruptura en las cadenas de proveeduría, acarreada por la pandemia, y la guerra entre Ucrania y Rusia derivó en un desabasto de vehículos pesados, así como de sus partes. 

Esto significó una oportunidad de negocio para los criminales, el robo de carga vino acompañado de la desaparición de camiones y tractocamiones para su posterior venta en el mercado negro de partes. 

“Los delincuentes hoy se roban hasta las piedras, van encontrando la forma de hacer negocio o la han hallado en el autotransporte de carga. 

En la zona de Puebla, cerca de Tecamachalco, hay refaccionarias que venden todo lo robado. Ha surgido un mercado negro de partes y la autoridad no hace nada”, sostiene Miguel, propietario de una flota mediana.

La voz de Miguel se une a la de miles de transportistas en México, que piden mayor presencia de la policía en carreteras, mayor uso de labores de inteligencia y realmente investigar el robo de vehículos pesados. El fin de la impunidad, exigen.

Te invitamos a escuchar el nuevo episodio de nuestro podcast Ruta TyT: