A diferencia de la gran mayoría de empresas de autotransporte, la estructura de Sociedad Cooperativa Cuauhtémoc hace que todos sus colaboradores participen como socios, justo como su nombre lo indica, y aunque es una de las compañías más reconocidas de Hidalgo, su origen fue en la Ciudad de México. Ésta es la historia. 

Su acta constitutiva data del 10 de diciembre de 1965, cuando 20 emprendedores juntaron sus capitales y decidieron construir una empresa enfocada en las personas, pues desde el primer día estuvieron conscientes de que ésta sería su clave del éxito. Y el tiempo les dio la razón. 

Además de los socios, Sociedad Cooperativa Cuauhtémoc inició con operadores, macheteros, personal administrativo y el primer gerente general de la compañía. Desde aquellos días, su misión fue dignificar el transporte, pues se trata de una empresa hecha por personas, en la que todos juegan un papel igual de valioso.

En sus inicios eran tres camiones y rentaban una oficina en la Ciudad de México, pero muy pronto se mudaron a su actual matriz en Tula de Allende, Hidalgo, donde sentaron las bases para el crecimiento que habrían de construir durante las próximas décadas. 

Su principal operación siempre fue el transporte de materiales de construcción y la carga general, aplicaciones que les permitieron crecer tanto en la flota como en el personal y también en la presencia, pues hoy llegan prácticamente a cualquier rincón del país. 

Jovita Soto Chávez, titular de Responsabilidad Social de Sociedad Cooperativa Cuauhtémoc, señala que el orden, la ética y el respeto por todos sus colaboradores y clientes ha sido la clave para que hoy la empresa ostente un lugar preponderante en el sector nacional. 

Y es que en la actualidad, la empresa tiene una flota vehicular de más de 600 vehículos, más de 800 colaboradores y sucursales en Hidalgo, Aguascalientes, Puebla, Oaxaca y en el Puerto de Manzanillo. 

También son una empresa socialmente responsable, bajo los estándares de la Confederación Mundial de Negocios, pues para ellos el bienestar tanto de sus colaboradores como de la sociedad en general son fundamentales para construir una compañía preocupada y ocupada en esta misión. 

Uno de los hitos más importantes en esta historia fue en 1994, cuando hubo un cambio de estafeta en la gerencia general, cuando fue nombrado Ernesto Soto Cuéllar, quien apuntó la visión de la empresa hacia el crecimiento ordenado y responsable. 

Sin duda fue un parteaguas para Sociedad Cooperativa Cuauhtémoc, pues durante esta administración fue cuando abrieron las sucursales antes mencionadas, como resultado de un trabajo bien diseñado y bien ejecutado. 

Un dato curioso es el nombre, tomado del último tlatoani del México-Tenochtitlán: por la lealtad, la entereza y la firme convicción como valores adoptados por la propia empresa. 

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Es así como la compañía ha construido una historia de éxito, de trabajo, de colaboración y de mucha humanidad, siempre con el sentido enfocado en las personas que la conforman.

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