La pendiente del camino es demasiado inclinada, al tractocamión le cuesta trabajo subir, pero no se cansa del todo. Debe ir a unos 20 kilómetros por hora, quizá un poco más: lleva doble remolque y en total carga 60 toneladas.

No es la primera vez que pasa por ahí, pero hacía mucho que no lo hacía cargando tanto peso, de tal manera que también llevaba tiempo y paciencia extra.

Alberto sabe que algunas de las vialidades por las que circula hay un reto mayor, pues la clasificación no es la ideal para un vehículo de esas dimensiones, sin embargo, la empresa para la que trabaja siempre ha tramitado sus permisos de conectividad. 

Eso sí, no han sido pocas las veces en que los oficiales municipales, estatales y federales lo detienen e intentan sorprenderlo, ya que, en efecto, ellos también saben que el doble remolque no puede circular por cualquier vialidad. 

Justo en la vez que ahora se cuenta fue que una patrulla estatal, del sureste mexicano, lo detuvo para hacer la inspección de rutina. 

-¿Trae sus papeles, jefe?

-Sí, todo en orden, oficial. Ahora se los muestro. 

Sacó la carpeta con los folders de este viaje y se bajó del vehículo. Dos oficiales ya lo esperaban al pie del camión y tomaron los documentos. 

-¿Sí sabe que ahorita ya están por prohibir el doble remolque en todo el país? Qué tal que no se entera y usted sigue haciendo estos viajes. 

-No, pues al contrario, oficial. A nosotros seguido nos capacitan y nos actualizan con estos temas. Como si no supiéramos que cada tres años llegan nuevos diputados y ponen sus iniciativas, pero siempre pesan más los pros que los contras. 

-¿Entonces está muy seguro que sí puede circular con el doble remolque por aquí?

-No es la primera vez, oficial, y los papeles están en regla. 

¿Entonces nunca van a quitar los fulles?

Alberto quería quedarse para explicarles las desventajas de quitar esta configuración, pero ya no tenía tiempo. Se disculpó y retomó el camino.

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Lo único que alcanzó a decirles fue que imaginaran que por cada doble remolque tendría que haber dos camiones sencillos, y eso es un problema por diferentes frentes: más unidades contaminando, ocupando un espacio, gastando la infraestructura carretera y un operador extra, considerando que se trata de un oficio con un alto déficit. 

En términos de eficiencia, por ejemplo, en un viaje puedes llegar el doble de carga, de tal manera que no recorres más kilómetros, lo que reduce tanto los costos como el impacto ambiental. 

Esto ya no se los dijo, pero hasta quiso regresar para decirle que gran parte de la solución es la vigilancia, es decir, sí está en ellos, supervisar el cumplimiento de las normas.

Y no sólo eso, sino que ya no hay operadores, de tal suerte que llevar más carga con los operadores existentes siempre será más oportuno y eficiente para todos, no sólo para los transportistas, sino también para los generadores de carga y, en muchos casos, para la sociedad en general. 

En eso pensaba y sigue pensando cada vez que escucha que alguien quiere prohibir el doble remolque; sonríe y sigue, al igual que nosotros, Al Lado del Camino.

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