Enrique y Alejandro Rustrián nacieron en el seno de una familia transportista. Su padre, don Enrique, lleva más de 40 años trabajando en este sector y quizá la mejor herencia que les dio a sus hijos fue la educación y el gusto por los tractocamiones. Así es como inicia la historia de Transportes Alensur.
De hecho, el nombre de la empresa toma las primeras dos letras de cada uno de sus fundadores: Alejandro y Enrique, más la palabra sur, pues radican en Córdoba, Veracruz, y es ahí en donde están sus principales rutas.
Cuando ambos acabaron la universidad, Enrique Administración de Empresas, y Alejandro Negocios Internacionales, enseguida se pusieron a trabajar en empresas relacionadas con el autotransporte.
Al ser el mayor, Enrique tuvo mayor experiencia trabajando para distintas líneas de transporte hasta que en 2014, cuando Alejandro egresó, ambos unieron esfuerzos para fundar Transportes Alensur con dos tractocamiones.
Operaban cajas secas y muy rápido diversificaron el servicio para atender a la industria avícola, principalmente en jaulas. Después implementaron plataformas para mover varillas y más recientemente adquirieron pipas para trasladar bióxido de carbono.
En sus ocho años de vida, Transportes Alensur ha logrado crecer su flota que hoy rebasa las 20 unidades y emplea a casi 30 personas. Su principal operación está desde y hacia el Puerto Lázaro Cárdenas y en el sureste mexicano.
A pesar de que al principio sufrieron robos y algunos accidentes, los hermanos Rustrián no han tirado la toalla, e incluso, la esposa Enrique, Jessica Gasperín se encarga de la parte administrativa y, juntos, han logrado diversificar sus negocios, pues también incursionaron en los servicios de lavado y mecánica automotriz.
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De cara a 2023, la empresa podría tener buenos resultados en virtud de la importante recuperación económica registrada el año pasado y que ahora representará oportunidades importantes para este sector.