El proyecto de ‘Transición hacia un sistema integrado e inteligente de Transporte Público en México’ (TranSIT) destaca ocho elementos a tener en cuenta para la implementación de estrategias de digitalización en el transporte público.

El documento publicado entre la Secretaría de Desarrollo Agrario, Territorial y Urbano (Sedatu) y la Cooperación Técnica Alemana (GIZ), señala que estos elementos generarán un impacto significativo en la modernización del transporte, de ahí su importancia para considerarlos.

  • El primero, es referente a las tecnologías interoperables y abiertas: De acuerdo con el proyecto es importante avanzar hacia estos sistemas, es decir que se puedan integrar fácilmente con otros sistemas, sin necesidad de adquirir licencias adicionales o realizar desarrollos tecnológicos a medida.

Por ello, destaca que la interoperabilidad de los sistemas se debe planear desde la concepción de los proyectos hasta la contratación de los mismos. esto incluye promover el uso de software y sistemas abiertos que eviten la dependencia de proveedores específicos.

  • El segundo, habla de las herramientas avanzadas de planeación: El TranSIT destaca que las necesidades de movilidad de la población varían de manera cada vez más dinámica, como consecuencia de los cambios tecnológicos y sociales, por lo que las ciudades deben dotarse de herramientas para monitorear y anticipar la evolución de la demanda del transporte.

Es decir, de nuevas fuentes de datos masivos para el estudio de la movilidad, como los datos de telefonía celular y de los sistemas inteligentes de pago, así como las herramientas de modelación y simulación de transporte, que desempeñan un papel fundamental para alcanzar este objetivo.

  • El tercero, refiere a los centros de control centralizados: El proyecto detalla que las estrategias de digitalización del transporte público deben incluir el establecimiento y desarrollo de centros de control para monitorear y gestionar eficientemente el transporte público.
  • El cuarto, señala los sistemas de recaudo electrónico y tarjetas inteligentes, ya que estos no sólo permiten agilizar el proceso de cobro y fomentar la intermodalidad, sino que también sirven para la recopilación de datos de gran valor para la planeación y operación de los servicios.
  • El quinto, plataformas de datos abiertos, esto para mejorar la disponibilidad y accesibilidad de la información del transporte público.
  • El sexto, capacitación y desarrollo de competencias, el TranSIT destaca la importancia de invertir en la formación y capacitación del personal del sector, en áreas como el conocimiento de las tecnologías emergentes y gestión de datos, para la implementación eficaz de las estrategias de digitalización.
  • El séptimo, colaboración público-privada, ya que enfatiza que a través de esta es más factible el financiamiento y desarrollo de los proyectos de digitalización.

Por ello destaca que las iniciativas de colaboración público-privada deben involucrar a empresas operadoras privadas en el proceso de modernización a través de incentivos y regulaciones.

  • El octavo y último elemento, son la gobernanza y el marco legal, de acuerdo con el TranSIT es necesario establecer un marco legal claro que promueva y regule la digitalización del transporte público, alineado a los esfuerzos de digitalización con las políticas de movilidad y desarrollo urbano.

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Esto, dado que las principales barreras para el diseño e implementación de estrategas integrales de digitalización incluyen las limitaciones presupuestarias, la falta de capacidad técnica y normativas, la dependencia de empresas operadoras privadas y una infraestructura tecnologica deficiente.

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